Hanaamma
El universo es la flor de la energía madre en el corazón de todo.
Formación
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
Tratamientos
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
Conoce Hanaamma
Hana es flor en japones & amma es madre en sanscrito.
El universo es la flor de la energía madre en el corazón de todo.
Fe, entrega, ayuda, abundancia, perdón, superación y amor son los 7 pétalos de la Flor madre.
Fe
Tu vida tiene un propósito y realizarlo es tu sagrada voluntad; cuando caminas el mundo viene a ti, eres el camino y el destino.
Entrega
Para poder realizar tu propósito de vida de la mejor manera posible y por el mayor bien de todos los seres.
Ayuda
La fe recibe, el amor da y nosotros somos el cuerpo del amor en la tierra, su mirada, su voz y sus manos.
Abundancia
Es el estado espiritual, mental, emocional y energético necesario para crear y materializar el paraíso en la vida.
Perdón
El aprendizaje nace del error; aceptando naturalmente y perdonando los errores, agradeces a la vida y aceptas sus oportunidades.
Superación
De los pequeños hábitos y automatismos autolimitantes que te impiden realizar tu propósito vital; Tú sabes lo que te suma y te resta.
Amor
Es la única verdad eterna, infinita y estable. El verdadero poder. El verdadero conocimiento. La verdadera alegría. La libertad.
En el centro de la flor eres tú en plenitud. Si sientes un Si, es Si. Date permiso, ahora es el momento.
Mis 7 escuelas espirituales
La tradición japonesa del Reiki y del Zen
Me enseñó el equilibrio entre dar y recibir; también que la energía bien canalizada tiene efectos milagrosos.
La tradición hindú del Yoga, el ayurveda y el Tantra
Me mostró los diferentes caminos para realizar la unidad con la divinidad. Me enseñó el poder de la devoción, de la respiración y de la acción pura.
La tradición china del Tai Chi, el Qui gong y el Tao
Me enseñó como equilibrar la polaridad para vivir sin perder el centro.
La tradición cristiana de la Gran hermandad blanca
Me inició en la canalización; en la práctica de las llamas de saint Germain, la práctica de los 12 chakras solares y los círculos de Reiki.
La tradición tibetana del budismo y su medicina natural ancestral
Me enseñó el equilibrio entre dar y recibir; también que la energía bien canalizada tiene efectos milagrosos.
La tradición persa del Sufismo de Rumi
Me enseñó a sentir y a gozar la fiesta que celebra la divinidad creadora en toda la creación a través del alimento, la música, la danza y la poesía.
La tradición universal chamánica y animista
Me enseñó que todo tiene alma y que toda alma deja huellas y heridas en la energía, que solo pueden sanarse desde el infinito y eterno ahora.
La mejor maestra; el mejor maestro es aquel o aquella que alimentan el vínculo sagrado con la energía; conviven con ella, la reciben y dan con amor desinteresado de forma equilibrada, permitiendo que la vida suceda de un modo vibrante y brillante, para el mayor bien de todos los seres.
Om. Amen. Aho.